Introducción
Por formar parte de los programas prioritarios de la actual administración, por diversos medios se ha dado difusión a las acciones de los programas de Producción para el Bienestar (PpB) y Sembrando Vida (PSV), el primero a cargo de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) y el segundo de la Secretaría de Bienestar (SEBIEN), no obstante esta difusión, en el Centro de Estudios para el Desarrollo Rural Sustentable y la Soberanía Alimentaria (CEDRSSA), se considera de la mayor importancia el destacar las orientaciones agroecológicas con que se están ejecutando estos programas, pues creemos que no se ha difundido con suficiencia esta característica, la cual consideramos hay que tener en cuenta, cuando se analice el próximo informe de gobierno y se realicen las definiciones en materia de presupuesto.
Las propuestas agroecológicas de estos programas las consideramos de trascendencia para el cumplimiento de los Objetivos del Desarrollo Sostenible que el país ha asumido y que han quedado plenamente consideradas en el Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024 PND y en los programas sectoriales a que da origen. El desarrollo sostenible es señalado como uno de los objetivos centrales de Política Social del Gobierno y se enfatiza que se trata de la satisfacción de las necesidades de la generación presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades; es en este eje en donde se inscribe el Programa Sembrando Vida.
En el eje de Economía del PND se establece el objetivo de la Autosuficiencia alimentaria y el rescate del campo, señalando que se alcanzará otorgando una mayor atención a los pequeños productores, ejidatarios, comuneros e indígenas, sector de productores que fue abandonado por las políticas neoliberales seguidas por tres décadas en el país. Para revertir lo anterior, se establece que se orientaran las acciones de gobierno para apoyar a los pequeños y medianos productores a través de diversos programas, siendo el más importante en cuanto a cobertura y recursos, el de Producción para el Bienestar.
Antes de exponer las orientaciones agroecológicas de estos programas, consideramos conveniente hacer breve exposición de por qué se considera a la agroecología como la alternativa tecnológica que puede contribuir a alcanzar la sostenibilidad ambiental, económica y social, que implica el alcanzar los objetivos del desarrollo sostenible.
Importancia de la agroecología
El CEDRSSA en diversos trabajos ha analizado la situación de los recursos naturales utilizados en las actividades agropecuarias, así como de las alternativas para revertir y prevenir su degradación, que para el caso del recurso suelo, muestra signos alarmantes. Así, de manera particular, ha propuesto a la agroecología como una de las alternativas, lo cual deriva de las siguientes consideraciones:
- Los modelos tecnológicos de tipo industrial promovidos hasta la fecha no han permitido mejorar las condiciones de vida de los productores, son responsables de la degradación de los recursos naturales y el esquema de distribución de alimentos con que se relacionan, han contribuido a la persistencia del hambre y la malnutrición de amplios sectores de la población del país y el mundo.
- La agricultura industrial hace que los agricultores tengan una alta dependencia de insumos que no producen y que en su mayoría son controlados por grandes empresas que controlan, semillas, maquinaria, plaguicidas.
- Las tendencias a la especialización de regiones y países en determinados cultivos, provoca que se tengan que realizar altas erogaciones económicas y de consumo de combustibles fósiles para trasladar la producción hacia las zonas de consumo, repercutiendo en los precios de los alimentos y por tanto en su accesibilidad.
- El modelo de producción industrial y la distribución de su producción provoca pérdidas y un alto volumen de desperdicio de alimentos.
La agroecología surge para superar las anteriores consecuencias de la agricultura de tipo industrial; como área del conocimiento, inicia en la segunda mitad del siglo pasado, pero muchas de sus prácticas han estado de manera milenaria en los sistemas productivos de los campesinos, indígenas y afrodescendientes. Se le define como la aplicación de conceptos y principios ecológicos para el diseño y manejo de agroecosistemas sostenibles (Gliessman). La agroecología, con base a conocimientos científicos, se orienta a que los agroecosistemas sean:
Menos dependientes de agroquímicos y otros insumos no producidos por el productor y sus comunidades;
Regeneradores de la fertilidad del suelo;
Diversificados en cuanto a las especies que manejan, utilizando especies nativas para satisfacer las necesidades de alimentos de las poblaciones cercanas a sus unidades productivas y,
Productivos con un manejo adecuados de los recursos naturales que utilizan.
La agroecología considera una relación estrecha entre el agricultor y los organismos que involucran los cultivos, por ello demanda una mayor actividad manual del productor en el manejo de plantas, agua y suelo, así como en el manejo y control de plagas y en la protección en general de los cultivos, situación que se relaciona con la productividad, y que hace que los sistemas agroecológicos sean los de más alta productividad. Esta característica convierte a la agroecología en una propuesta para generar sistemas productivos más apropiados para la inmensa mayoría de los productores de México, que cuentan con unidades de producción pequeñas, para las cuales los sistemas de tipo industrial son inviables, que se sustentan en la economía de escala, además de las limitaciones señaladas.
Los elementos expuestos permiten proponer que se impulsen acciones públicas para la adopción de la agroecología, pues ello contribuirá a alcanzar la autosuficiencia alimentaria de manera sostenible y contribuirá a mejorar las condiciones de vida de los pequeños productores.
Orientación agroecológica del Programa Sembrando Vida
El documento normativo más importante del programa son las Reglas de Operación para el ejercicio fiscal 2020, publicadas el 30 de marzo de 2020 en el Diario Oficial de la Federación, en las que en su parte introductoria expone: que en las zonas de México más ricas en biodiversidad se tienen los mayores índices de pobreza y rezago, debido a que no se han establecido políticas que revaloren la agricultura campesina, mejoren el bienestar de la población que reside en ella y apoyen la satisfacción de sus necesidades de alimentación, por medio de la autoproducción de alimentos, la comercialización de excedentes y la generación de empleos. La pobreza en estas regiones ha provocado deforestación y sobreexplotación de los recursos naturales, que se expresa en degradación de suelos y afectaciones negativas a su clima, con lo cual se limita su potencial productivo y la capacidad de producir alimentos.
Se menciona que lo anterior se puede revertir si se apoya a los sujetos agrarios para impulsar la producción de cultivos con sistemas agrícolas sustentables, que contribuyan a mejorar la alimentación y la calidad de vida de las personas, aportando a la recuperación de los suelos, la mejora del medio ambiente y la disminución de la insuficiencia alimentaria.
La propuesta del PSV es que los sujetos agrarios establezcan sistemas agroforestales, consistentes en la combinación cultivos tradicionales con árboles frutales y maderables y como sistema específico el que combina la milpa con frutales, conocido como sistema Milpa Intercalada entre Árboles Frutales (MIAF).
El objetivo general del PSV es que los sujetos agrarios de municipios con rezago social cuenten con ingresos suficientes para hacer producir la tierra. Se señala que los objetivos específicos son: a) Apoyos económicos para fomentar el bienestar de los sujetos de derecho otorgados; b) Apoyos en especie para la producción agroforestal y, c) Acompañamiento técnico para la implementación de sistemas agroforestales.
La cobertura del programa son 20 entidades federativas: Campeche, Chiapas, Chihuahua, Colima Durango, Guerrero, Hidalgo, Michoacán, Morelos, Nayarit, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, San Luis Potosí, Sinaloa, Tabasco, Tamaulipas, Tlaxcala, Veracruz y Yucatán.
La población objetivo son los sujetos agrarios mayores de edad que habitan en localidades rurales, cuyos municipios se encuentran con niveles de rezago social y que son propietarios o poseedores de 2.5 hectáreas disponibles para ser trabajadas en un proyecto agroforestal.
Se menciona que los terrenos para el proyecto agroforestal deben ubicarse en áreas con uso del suelo agropecuario y que debe tener al menos una de las siguientes características: a) se encuentre ociosa, b) estar en condiciones de potrero o agostadero abandonado o sin uso, c) acahual bajo (que se define como la vegetación secundaria nativa que surge de manera espontánea en terrenos que estuvieron bajo uso agrícola o pecuario) y, d) tener cultivo de milpa o cualquier otro cultivo de temporal o ciclo corto.
Las características que deben tener los terrenos para establecer un proyecto agroforestal, dan cuenta de los propósitos de producción sostenible que tiene el PSV, pues se busca que en áreas ociosas, agostadero y de aprovechamiento de temporal por el sistema roza-tumba y quema, se establezca un área productiva con un sistema agroforestal permanente, que combine especies arbóreas con cultivos de ciclo corto; con lo que se crearan áreas con mayor presencia vegetal que contribuirán a la mejora de los suelos y el clima, situación que indica los beneficios ambientales que se propone lograr el programa.
Es de destacar que el PSV excluye los terrenos que se ubican en: áreas de uso forestal, si se encuentra en el área núcleo de una Área Natural Protegida y si fueron incendiados o se derribaron árboles con el propósito de ingresar el programa.
Un principio de la agroecología es que para su promoción debe partir del reconocimiento de los sistemas productivos campesinos y de las características de los ecosistemas en que se ubican, y éste se distingue en el PSV, pues establece que el reconocimiento de los agroecosistemas, de la vegetación primaria persistentes y de las formas de trabajo campesinas, son el punto de partida para el diseño conjunto entre sus técnicos y los sujetos agrarios de los sistemas agroforestales a establecer.
Los apoyos que otorga el programa a los sujetos agrarios que sean beneficiarios son: a) Apoyos económicos para fomentar el bienestar de los sujetos agrarios; b) Apoyos en especie para la producción agroforestal, y c) Acompañamiento social y técnico para la implementación del programa.
La orientación agroecológica del PSV se aprecia claramente en las definiciones y descripciones de los apoyos, principalmente en aquellos que se otorgan en especie y como acompañamiento social y técnico. En el caso de los apoyos en especie, uno de ellos consiste en proporcionar materiales, insumos, equipos y herramientas para la instalación de biofábricas en las que se elaboraran biofermentos, biopreparados y otras sustancias que promuevan un manejo agroecológico. Los diversos preparados servirán como biofertilizantes, estimulantes vegetativos o para el manejo y control de plagas, tanto para su uso en los viveros como en el establecimiento de los sistemas de producción agroforestal en los predios de los sujetos agrarios. Se pretende que las biofábricas de insumos, no solo no afecten negativamente a los ecosistemas, aportando así a la sostenibilidad ambiental de la producción agroforestal, sino también que aporten a su sostenibilidad económica, pues ayudara a que los productores no tengan que realizar erogaciones para adquirir agroquímicos y, si se tiene en cuenta que las biofábricas serán operadas de manera colectiva por los sujetos agrarios, esto abona a la sostenibilidad social de sus sistemas productivos.
El acompañamiento social y técnico, que se basa en la integración de Comunidades de Aprendizaje Campesino (CAC), también contempla que la formación de los facilitadores y técnicos sean capacitados, entre otros temas, en agroecología, producción orgánica, bioculturalidad y cambio climático; temáticas que dejan en claro la orientación agroecológica del PSV. Por otra parte, cabe destacar que las CAC no se conciben solamente como una instancia donde los sujetos agrarios reciben y comparten conocimientos, sino también se plantea sean una instancia de planeación, diseño de sistemas agroforestales y de organización del trabajo colectivo e individual, pues los viveros y biofábricas son de operación colectiva, que proveerán plantas e insumos para el establecimiento de los sistemas agroforestales.
Lo expuesto deja en claro que el PSV tiene una orientación agroecológica, congruente con la propuesta del Ejecutivo Federal de que el rescate al campo sea de manera sostenible.
Con un presupuesto para el 2020 de 28,504 millones de pesos, la meta es establecer sistemas productivos agroforestales en un 1,075,000 hectáreas, con la participación de 430 mil sujetos agrarios, 4,300 técnicos sociales y productivos, 430 facilitadores comunitarios y 51,600 becarios del programa Jóvenes Construyendo Futuro. Los sujetos beneficiarios y los operadores del programa organizaran 17,200 Centros de Aprendizaje Campesino, instancia de participación que organizaran y operaran miles de viveros y biofábricas, para proveer de plantas e insumos a las plantaciones agroforestales.
Orientación agroecológica del Programa producción para el Bienestar
Las Reglas de Operación del Programa de Producción para el Bienestar (PpB) de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural SADER que fueron publicadas el 7 de febrero de 2020, son su instrumento normativo más importante.
Su objetivo general es Incrementar la productividad, principalmente de granos básicos, caña de azúcar y café de productores de pequeña y mediana escala, a través del otorgamiento de apoyo al ingreso de los productores. El objetivo específico es dotar de liquidez, para el impulso de la capitalización productiva, mediante apoyos directos, que podrán complementarse con esquemas estratégicos de acompañamiento técnico y vinculación con servicios productivos, en cultivos, regiones, entidades o localidades específicas.
La población objetivo son los productores de pequeña y mediana escala con predios inscritos en el Padrón, que cultivan preferentemente granos (maíz, frijol, trigo panificable, arroz, amaranto, chía y/o sistema milpa, entre otros), café y caña de azúcar, con superficies de hasta 20 hectáreas en tierras de temporal y de hasta 5 hectáreas en riego. Se considera productores de pequeña escala cuya superficie objeto de apoyo es menor de 5 hectáreas en régimen hídrico de temporal y hasta 0.2 hectáreas de riego; los de mediana escala son los de una superficie mayor a 5 hectáreas y hasta 20 hectáreas de temporal y mayor 0.2 y hasta 5 hectáreas de riego.
Los apoyos del programa consisten en la entrega de una cuota por hectárea registrada por el productor, siendo de 1,600 pesos para los de pequeña escala y de 1,000 pesos para los de mediana escala. En el caso de los productores de café y caña de azúcar, se otorga una cuota por productor, independientemente de las hectáreas cultivadas y siempre y sus predios sean menores de 20 hectáreas de temporal o 5 hectáreas de riego. Los apoyos se otorgan para que sean utilizados en el pago de servicios o adquisición de insumos para la producción, cosecha y comercialización. No se establecen restricciones en cuanto a los sistemas productivos, por tanto, los apoyos pueden utilizarse en sistemas convencionales de tipo industrial, tradicionales o agroecológicos.
El programa tiene establecido, que además de los apoyos directos en efectivo, se destinaran recursos para llevar a cabo estrategias focalizadas de inducción a la productividad a través de dos vertientes: capacitación y/o acompañamiento técnico-organizativo y, el fomento al acceso al financiamiento formal. Estas vertientes no están sujetas a la demanda de las acciones que se realicen, sino será la unidad responsable la que determinara los cultivos, regiones, entidades y localidades donde se desarrollen.
La estrategia de capacitación y/o acompañamiento técnico-organizativo tiene como objetivo el facilitar a la Población Objetivo del programa la adopción de prácticas agroecológicas y sustentables, para incrementar los rendimientos de sus cultivos.
El establecer la anterior estrategia, constituye un paso trascendental en las políticas de apoyos directos a los productores que iniciaron con el PROCAMPO, las cuales derivaron en entregar apoyos sin considerar sí las prácticas de cultivo eran sustentables y sí el cultivo en que se aplicaban era de interés público; la actual estrategia implica el establecer un servicio de capacitación y apoyo técnico en el programa, con una propuesta tecnológica, que contribuya en primer lugar a mejorar rendimientos y con ello elevar la producción de alimentos y, en segundo lugar, con técnicas que no degraden los recursos naturales, contribuyan a su restauración y que sean accesibles a los productores, tal como son las que propone la agroecología.
La estrategia de acompañamiento técnico cuenta con un documento programático emitido por la Subsecretaría de Alimentación y Competitividad en el cual se establece su Objetivo general: Fortalecer las capacidades de las y los productores del Programa de Producción para el Bienestar para transitar a sistemas alimentarios más sostenibles, productivos y resiliente que permitan mejorar la autosuficiencia alimentaria de maíz, frijol, milpa, trigo, arroz, café y caña de azúcar.
También se establecen los siguientes objetivos específicos:
Organización: Fortalecer capacidades y la organización de los productores y sus familias para que se constituyan en los sujetos sociales protagónicos del bienestar social de sus comunidades, y así contribuir a la construcción de un sistema agroalimentario y nutricional justo, sustentable, saludable y competitivo.
Agroecología: Promover sistemas locales de producción y consumo de alimentos sanos, nutritivos, resilientes, competitivos y socialmente responsables, integrando los conocimientos, recursos y prácticas de los productores con desarrollos científicos y tecnológicos.
Política pública: Fortalecer las capacidades de los productores de pequeña y mediana escala, para conocer y reconocer la oferta programática de política pública de los diversos niveles de gobierno, articulándola en su beneficio.
Capacitación: Desarrollar competencias, capacidades técnicas y sociales a técnicos agroecológicos y sociales, productores y becarios del programa Jóvenes Construyendo el Futuro, para la implementación de un sistema de producción sostenible que contribuya a la autosuficiencia alimentaria.
Biodiversidad: Conservar y promover el conocimiento tradicional de los productores, a la vez que se complementa con tecnología y prácticas innovadoras, por medio del diálogo continuo entre productores, técnicos y científicos.
Biodiversidad: Comprender la relevancia de la agrobiodiversidad y emprender acciones de acompañamiento técnico que promuevan y preserven los recursos de las comunidades.
Los anteriores objetivos dejan en claro que el PpB tiene una orientación agroecológica, lo cual hace que la SADER se convierta en una promotora de la agroecología, pues su programa de mayor cobertura ahora comprende una estrategia para ello.
Las reglas de operación señalan que la Estrategia de Acompañamiento Técnico (EAT) dispondrá del 2 por ciento de los recursos asignados al programa, que para el ejercicio 2020 ascienden a 11,000 millones de pesos y, por tanto, el presupuesto de la EAT ascenderá a 220 millones de pesos. Con este presupuesto se contratarán 400 técnicos con los que se propone atender igual número de municipios de 25 entidades federativas, los cuales se determinaron en función de donde se localiza la mayor concentración de productores de pequeña escala, que suman 971,000 y que representan el 45 por ciento del padrón del PpB, los cuales son la población potencial de la EAT; la cobertura de la EAT, como se ha mencionado, es de carácter focalizado y no cubre a la totalidad del padrón de productores.
El esquema de operación de la EAT tiene como base la organización de Módulos de Intercambio de Conocimientos e Innovación (MICI) con los productores de una localidad en donde se elaborarán planes de trabajo, se realizarán intercambios de experiencias y se establecerán en alguna área de los productores, escuelas de campo donde se expongan y experimenten técnicas agroecológicas, así como, de producción de bioinsumos. Los MICI serán atendidos por los técnicos agroecológicos y por becarios del Programa Jóvenes Construyendo el Futuro con funciones de promoción comunitaria. Los MICI de las áreas delimitadas por la SADER constituirán los Territorios Funcionales los que a su vez se agruparán en Regiones Territoriales, constituyendo lo anterior la estructura operativa de la EAT.
Comentarios finales
1. La promoción de la producción sostenible de alimentos en las dimensiones ambiental, económica y social es una las acciones que se tienen que realizar para el cumplimiento de los objetivos del desarrollo sostenible; Los impactos de la crisis de salud por la pandemia de COVID-19, aumentan la exigencia de realizarla, para garantizar la autosuficiencia y seguridad alimentaria de las familias campesinas y de la población en general del país.
2. Las características de relieve, vegetación y clima, es decir de los ecosistemas donde se ubican la mayor parte de las áreas de los núcleos agrarios y de los territorios de los pueblos indígenas, las hace propicias para que tengan un uso agroforestal, que sea la base para la producción de alimentos y otros productos y, con ello superar la visión de que los usos del suelo deben ser exclusivamente agrícolas o ganaderos o forestales, excluyéndose entre sí, cuando en una concepción agroforestal, se pueden tener los tres usos en una misma área. Por ello, es de la mayor importancia que se mantengan los apoyos al Programa Sembrando Vida, pues no solo está otorgando beneficios a cientos de miles de familias, sino se estan probando medios para transformar amplias superficies en zonas de producción sostenible de alimentos y de productos forestales.
3. Las experiencias que se obtengan del PSV puede dar la pauta de como intensificar procesos para que México se convierta en un país agroforestal, que, por sus condiciones medioambientales, son las que más le convienen para preservar su biodiversidad, suelos y agua, y no los modelos productivos utilizados hasta la fecha que han contribuido a procesos de degradación.
4. La orientación agroecológica del Programa Producción para el Bienestar (PpB) implica un cambio importante en las políticas de apoyos directos a los productores, pues ahora se promoverá entre sus beneficiarios el cambio tecnológico dirigido a aumentar la productividad de forma sostenible, situación que no se había realizado en los más de 20 años de otorgar este tipo de apoyo.
5. A partir de los resultados de la Estrategia de Acompañamiento Técnico del PpB, que debe repercutir en mayor productividad y menores costos unitarios para el productor, se recomienda evaluar la posibilidad de aumentar los apoyos directos para quienes transiten hacia la producción agroecológica.
6. La orientación agroecológica de los programas de mayores recursos y cobertura, relacionados con la producción en el medio rural, indican un cambio trascendental en las políticas públicas hacia el campo, pues implica que se deja una etapa de más de tres décadas en las que el Estado dejo de proponer e impulsar de manera generalizada una alternativa tecnológica, por lo que esto quedo en manos de agentes privados relacionados con las empresas agroindustriales que producen semillas, agroquímicos, maquinaria y equipo, siendo la mayoría de ellas empresas transnacionales y que promueven sistemas agrícolas de baja sostenibilidad y en su mayoría inapropiados a las condiciones de la mayoría de productores de México.
7. Las acciones de capacitación y asistencia técnica que tienen los programas Sembrando Vida y Producción para el Bienestar, están consideradas en el Artículo 27 de la Constitución para el fomento de la producción y con ello alcanzar el bienestar de las familias campesinas y, demuestran la importancia de ponderar más lo que se hace en el campo, que los montos y el ejercicio presupuestal, que ha sido la tendencia seguida en las evaluaciones del Programa Especial Concurrente para el Desarrollo Rural Sustentable PEC.
Bibliografía consultada
Centro de Estudios para el Desarrollo Rural Sustentable y la Soberanía Alimentaria. Reporte: Elementos para el Diseño de Políticas Públicas de Fomento a la Agroecología. Palacio Legislativo de San Lázaro, Ciudad de México, marzo 2019.
Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social. Evaluación de Diseño Evaluación de Diseño con Trabajo de Campo del programa Producción para el Bienestar 2019-2020. Ciudad de México: CONEVAL, 2020.
Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social. Evaluación de Diseño con Trabajo de Campo del Programa Sembrando Vida 2019-2020. Ciudad de México: CONEVAL, 2020
Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural. Reglas de Operación del Programa Producción para el Bienestar para el ejercicio fiscal 2020. Diario Oficial de la Federación del 7 de febrero de 2020.
Secretaría del Bienestar. Reglas de Operación del Programa Sembrando Vida, para el ejercicio fiscal 2020. Diario Oficial de la Federación del 30 de marzo de 2020.
Subsecretaría de Alimentación y Competitividad de la SADER. Notas la Estrategia de Acompañamiento Técnico del Programa Producción para el Bienestar. Ciudad de México, 21 de abril de 2020.